Hablamos con la ilustradora de moda: Agustina Guerrero. Natural de Argentina ya vive en Barcelona hace 14 años y ha enamorado al mundo (fuera y dentro de internet) con sus viñetas sobre la Volátil, un personaje que retrata a una mujer real con los problemas de cada dia que nos sacan a tantos una sonrisa. Son dibujos de trazos simples, mayoritariamente en blanco y negro y de colores planos que resultan frescos y limpios precisamente por su simpleza. Ha sacado dos libros, Diario de una volátil y Nina, diario de una adolescente y todo empezó con un robo y un blog. Curioso? Empezamos
¿Por qué viniste de
Argentina a España?
En realidad me vine para
probar. Era un viaje momentáneo, dije que me vendría un año, probaría, pero
luego me quedé. Yo estaba haciendo mi carrera en Buenos Aires y en un principio
me vine porque estaba mi padre aquí, luego continué estudiando aquí y ya van a
hacer 14 años.
¿Cómo se tomaron en casa
ese “Mamá, quiero ser artista”?
En casa fueron un poco
los culpables de mi afición, casi que me pusieron un poco los lápices en la
mano. Mi padre era arquitecto y siempre
ha estado presente. Nunca se lo tomaron como “ser artista” si no como un
trabajo más.
¿Fue algo de vocación
tardía o siempre lo tuviste claro?
A mí me daba mucha
envidia esta gente que en tres minutos y con un boli dibujaba maravillas.
Siempre se me dio fatal pero por cabezonería y practicando fui poco a poco
mejorando.
¿Quiénes son tus ídolos?
Quino me parece un
maestro y un gran precursor de la ilustración, me encantan sus detalles pero mi
máximo referente es Ricardo Liniers del que tengo todos sus libros. Crea unos
personajes increíbles y su manera de ver la vida es maravillosa.
Ricardo Liniers
¿Qué te aporta el seguimiento
que tienes en las redes?
Me aporta muchísimo sobre
todo ahora que vengo de estar en varias ferias del libro. Porque una cosa
es ver comentarios o likes pero ver
personas reales es otra cosa completamente diferente. Además, gracias a este seguimiento
se me acercó una editorial para publicar el libro de la Volátil. Nina, diario
de una adolescente es el libro que publiqué antes y está enfocado a un público
con otras preocupaciones.
¿Es la Volátil Nina con
unos años menos?
No, son personajes
diferentes aunque su estilo sea similar. Además, así como la Volátil es autobiográfica,
Nina no lo es y eso le da un toque diferente.
Nina, diario de una adolescente
¿Por qué decidiste no
darle un nombre propio a la Volátil como se lo diste a Nina?
Porque, como ya he dicho,
Nina no es autobiográfica, es un personaje propio, en cambio la Volátil nació
siendo un personaje autobiográfico y me parecía más interesante ponerle una característica que ponerle Agus o Augustina. Además a mí siempre me dijeron que soy un poco volada y tengo los pies en el aire y
que vivo en la luna. No lo pensé demasiado, así estaba en mi diario íntimo y
así se quedó.
¿Por qué decidiste colgar
a la Volátil y no dejarla en una carpeta?
La verdad es que no fue
una decisión propia, un día llegué a
casa y descubrí me habían robado. Lo peor fue que se llevaron el ordenador y el
disco duro donde tenía las ilustraciones del cuento en el que llevaba trabajando
4 meses. Sin embargo no se llevaron un ordenador muy viejito que tenía y la
carpeta donde tenía los dibujos de la
Volátil, Así que decidí colgar esas viñetas en Facebook. Los primeros en
reaccionar fueron mi familia y amigos, y luego me empezó a agregar gente que no
conocía y ahí fue cuando decidí crear la fanpage que creció y crece a un ritmo increíble.
¿Por qué decidiste dar
ese cambio entre tus ilustraciones anteriores más oscuras y las más
caricaturescas que tiene la Volátil?
Cuando aprendía dibujar
empecé con ese estilo más oscuro y estaba muy cómoda en él, el cuento en el que
trabajaba lo tenía, pero al perder el trabajo realizado y ver que la Volátil me
funcionaba tan bien y más siendo algo que ya hacía anteriormente aunque solo
fuera para mi, decidí seguir un poco ese camino.
Los inicios de Agustina
Dale una razón a la gente
que siga el blog para comprar el libro
Lo primero es que el
libro tiene muchas viñetas inéditas añadidas a la recopilación de las viñetas
ya conocidas. Tampoco se puede comparar verlo en el libro con verlo en
pantalla. En internet todo se ve a tanta velocidad que eliminas los detalles y
para mi cada detalle que pongo en una viñeta es importante, además se ven
20.000 imágenes a la vez y puede resultar bastante saturador; en cambio en un libro, además de que huele
riquísimo, te detienes y centras tu
atención en el libro, las historias, el contenido, lo ves con calma y siempre
puedes cogerlo, abrirlo y leerlo cuando quieras.
¿Cuál es el proceso que
sigues hasta tener una viñeta?
Generalmente es siempre
igual, la viñeta siempre surge fuera de la mesa de trabajo, yo suelo ir siempre
con una libreta en el bolso y voy apuntando lo que se me ocurre y cuando llego
al tablero la empiezo a pulir y la empiezo
a dar forma y surge. Siempre suelo dibujarlo a mano, soy de la vieja escuela y
dibujo todo a mano, con rotring y luego las coloreo con photoshop. Ahora y a
medida que va pasando el tiempo voy puliendo la creación de la viñeta en el
sentido de la forma de hablar del cuerpo del personaje. Al principio la Volátil
parecía una estatua, era muy dura y no tenía casi expresión y luego me di
cuenta que la forma de hablar del cuerpo es muy rica, así que antes tendía a
poner mucho texto e intentaba explicarlo todo con texto y ahora intento poner
el menor texto posible y que sea solo una imagen que hable bien con los trazos
del cuerpo bien con el color. Todo esto se va aprendiendo y lo fui aprendiendo
a medida que fue pasando el tiempo y que el personaje se fue haciendo más sólido.
¿Cómo calificarías tu
humor?
A mí el hecho de
calificar el humor no me gusta, me da la sensación de que se dice “Ay, es humor
femenino” y esto me molesta bastante porque no comparto ese tipo de
clasificación. Simplemente es humor hecho por una mujer. Creo que el humor es
humor. Me pueden decir que soy bastante irónica, pero clasificarlo no me gusta
demasiado, es humor y punto.
Si pensamos en humor
creado por una mujer, el primer nombre que viene a la mente es Maitena, ¿te
sientes comparada con ella?
Siempre me la nombran en
las entrevistas, siempre está ahí y evidentemente fue un referente y fue la que
empezó a mostrar a la mujer de una manera más real, con defectos, casi como
meterte en la casa de una mujer real y espiarla. Creo que fue una precursora de
eso, pero no sé si la comparación es válida. Si me comparan genial, encantada
de la vida.
¿Qué es lo más difícil de
dibujar a la Volátil?
La Volátil tiene dos líneas,
unas que son muy reales y otras que son más poéticas porque tienen una lectura un poco más
profunda, intento que tengan un mensaje concreto. Son las que más me cuestan
hacer pero luego terminadas son las que más me gustan ver.
Las que son muy fáciles son
estas que son muy reales, que se dibujan tal y cual pasan, que hablo de las
cosas que me gustan, de la depilación, de alguna historia con la pareja.
¿Cómo se toma tu pareja
el hecho de ser tan parte de las viñetas como tú?
A él le divierte
muchísimo, no tiene ningún problema. El libro se lo dediqué a él porque no podía
ser de otra manera pero se divierte. De todas formas no deja de ser una viñeta
y no deja de ser un comic y hay cierta distancia entre lo que es el personaje y
la vida real. Él sabe que este es mi trabajo y además que lo dejo
siempre muy bien parado.
Mi favorita personal de Diario de una vólatil
En las viñetas parece que
tienes una vida llena de buenos ratos y momentos graciosos, ¿es siempre así en
la vida real?
!Qué va! Tengo una vida
muy normal, solo intento sacar el humor de lo cotidiano, es esa la función del
comic. Si fuera a hacer una viñeta de cosas maravillosas que me pasan al día te
aseguro que el libro tendría tres páginas. Mí día a día es muy normal: me
levanto, me ducho, desayuno, pongo una lavadora, dibujo… Es decir, tengo que
pensar “¿Qué puedo sacar de esto?” Y es
eso lo que me parece interesante, sacar algo de ese día a día. La Volátil es muchísimo
más maja que yo, en la vida real yo no me lo tomo todo tan feliz, pero el hecho
de verlo en eso pues hace que relativice todo y me lo tome todo de otra manera.
¿Te has planteado alguna
vez hacer animación de la Volátil?
Si, está la posibilidad
de hacerlo pero todavía lo estamos viendo. La verdad es que me encantaría.
¿Por qué decidiste hacer
a la Volátil con ese look tan propio con la camisera a rayas, el moño y el
pantalón negro?
Eso también surgió de
manera muy espontanea. El moño es porque normalmente yo normalmente también llevo uno y la camiseta de rayas y el
pantalón tiene su origen en el momento de vestirla, era un poco como “Coño, ¿y
ahora que le pongo?” y me pareció gastar energía en algo que no me aportaba
nada, a no ser que la viñeta hablara sobre la ropa, pero tener estar pensando
en el estilismo cuando en realidad lo que más me interesa es la historia me parecía
perder el tiempo. Las rayas siempre me gustaron y me parecieron oportunas; fue
un poco de vaga, porque no quería pensar en la ropa y surgieron así ya ahora es
súper icónico, el libro por dentro tiene toda la buhardilla rayada y es casi
como su marca.
¿Algún proyecto de
futuro?
Proyectos personales en cuanto a la Volátil quiero hacer algo distinto a lo que la gente está acostumbrada. No van a ser viñetas sueltas, van a ser pequeñas historias, pequeñas novelas gráficas y estoy muy ilusionada porque es el paso que quería dar, pasar de hacer viñetas sueltas a hacer pequeños cuentos y novelas gráficas
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