domingo, 30 de noviembre de 2014

Freak Show: Bullseye

Por Natalia Mitov

Desde que llegaron las gemelas, Dandy está encantado. Y no es el único, Bette también cree estar viviendo un sueño, tiene vestidos bonitos, un chico apuesto pendiente de ella… sólo hay una nube negra que amenaza con descargar sus chubascos sobre este paraíso terrenal: Dot. La otra siamesa no es para nada feliz ya que aquí no es la estrella de ningún espectáculo, no está cerca de Jimmy y para colmo tiene que soportar al pesado  de Dandy. Sin embargo Dot encuentra su premio de consolación cuando se da cuenta de que Dandy está podrido de dinero, justo lo que necesita para operarse y separarse definitivamente de Bette. Pero no se atreve a pedirle directamente el dinero a Dandy porque no sabe qué intenciones tiene el niño rico y esto la hace desconfiar de él. Lo malo es que Dandy no es tan estúpido como parece a simple vista y se ha dado cuenta de que hay algo que no va bien con Dot. Así pues Dandy les propone un juego: cada uno contará un secreto, pero Dot se niega a jugar por lo que Dandy no tiene más remedio que leer el diario de Dot y así es como descubre el anhelo secreto de ésta.


Dot, Bette y Dandy

En el circo todos se preguntan qué ha sido de las gemelas. Al parecer, el cuento de Elsa de que se han ido no cuela y el que pongan en duda la palabra de la alemana hace que se quiebre. Lo ha hecho todo por esos monstruos y esos malditos ingratos se lo pagan con su desconfianza. Así pues Elsa veta toda clase de preguntas sobre las siamesas y se va a retozar con su amante, Paul, el chico foca.

Hablemos ahora de este Don Juan y es que Paul no sólo conoce las partes íntimas de Elsa. El chico foca tiene otra querida, la enfermera promiscua de los primeros episodios. Así es como Paul se cuela todas las noches en su cuarto. Lástima que papaíto ya tenga fichada a su niñita como “problemática” y esté haciendo todo lo posible por averiguar qué hace su hija cuando se encierra en su cuarto todas las noches.

Pero a Paul se le abre un nuevo frente. Ha decidido acudir a una droguería a comprarle a su enfermera su perfume favorito, pero allí se topa con Dandy que… ¿está comprando productos para chicas y todo doble? Paul activa rápidamente las alarmas, pero claro, Dandy es un niño rico y Paul un monstruo deforme y se las arregla para que el dueño de la droguería eche a patadas a Paul. Sin embargo Paul no se da por vencido y avisa a Jimmy de que algo ocurre con el niño rico. Esto hace que Paul ya no vea con los mismos ojos a su diosa germánica y a raíz de un ataque de celos por parte de la alemana, Paul le echa en cara lo que ha visto. Elsa se lo toma como un ataque por parte de todos los del circo y decide aprovechar la ocasión para pedir un voluntario y así probar su rueda de la fortuna. Todos tienen miedo, pero Paul da un paso al frente. Él es el culpable y asumirá las responsabilidades. Elsa le ata, hace girar la rueda y empieza a lanzar sus cuchillos. Desgraciadamente uno le acierta en el abdomen.


Paul en el punto de mira de Elsa

Mientras tanto la enfermera le ha plantado cara a su padre y se va al circo en busca de su enamorado. Lástima que lo encuentre ensangrentado y moribundo.  Aunque no es la única afectada por lo de Paul, Jimmy está que echa humo pues Elsa no ha llamado a ninguna ambulancia y se niega a llevar a Paul a un hospital. Después de esto Jimmy tiene claro que Paul tenía razón sobre lo de las gemelas y decide ir a la mansión Mott a buscarlas. Justo a tiempo.


 
Un capítulo más bien intenso. Personalmente me gusta que se le haya dado importancia a Paul y además todo este lío ayuda a algunas dudas sobre cierto capítulo lioso (algunos ya sabrán a qué me refiero). No obstante no me gusta que la enfermera vuelva a aparecer. A mi entender es un personaje que sobra, como Esmeralda, que todavía no tengo claro ya que Emma Roberts no consigue que me llegue el dilema moral al que se enfrenta la adivina, pero bueno. Lo mejor sin duda, la evolución de Dandy, que cada vez va dejando más claro que no es un niño rico idiota, debajo de esa apariencia de mimado hay un auténtico monstruo. Lo mismo me pasa con Ethel, no se sabe todavía qué pinta, pero ya empieza a sacar su carácter y no me extrañaría nada que tuviera su papel en la caída final de Elsa. 


Ethel y Elsa

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