viernes, 4 de julio de 2014

Feliz cumpleaños, Estados Unidos (por Raúl S. Saura)

 

Hoy es, para los más despistados, 4 de julio. Sí, el santo de todas las Isabeles habidas y por haber. Sí, el cumpleñaos de tu prima del pueblo a lo mejor, pero mayormente esta fecha está impresa en la historia por algo muy distinto. El 4 de julio de 1776 se proclamó la independencia de los Estados Unidos, ese imperio moderno, tan grandioso como acomplejado, tan admirable como deleznable. Somos muchos los que criticamos los puntos negros de este país (que son unos cuantos), pero también reconocemos sus grandes logros, su gran aportación a la humanidad que se concentra mayormente en su fundación cuando Jefferson, Adams, Franklin, Hamilton, Washington y demás lucharon contra un imperio y lo derrotaron. Por primera vez en la historia. Cuando formaron unos gobiernos ilustrados, que no déspotas. No lo neguemos, ya entonces dejaban mucho que desear (como los más de 150 esclavos negros que poseía Thomas Jefferson, el mismo que habló de la life, liberty and the pursuit of happiness). 
Para bien o para mal los Estados Unidos de América han marcado la civilización desde entonces, su cultura se ha impuesto en casi todo el mundo y su liderazgo político-económico-social se mantiene, pese a renquear. Largo y tendido podríamos hablar de sus faltas, pero estaríamos varios días tratando el tema sin terminarlo: la esclavitud, la desigualdad económica, el fanatismo, el Ku Klux Klan, el papanatismo, la desigualdad intelectual, el paupérrimo sistema público de Sanidad y Educación, el Partido Republicano (Nixon, Reagan, los Bush...), el Demócrata (ninguno de sus presidentes llegó a aportar tanto como suponemos. No, tampoco Kennedy u Obama), su colonialismo, su imperialismo, su ceguera ante el diferente, su patriotismo... como digo, la lista es larga. Para todos los interesados, la Introducción de Por el bien del imperio de Josep Fontana servirá de guía ética. Pero sus puntos buenos también abundan: la HBO, los Simpson, Marlon Brando, Woody Allen, varias bandas de rock y grunge, Lincoln, la misma Declaración de Independencia, Roosevelt (los dos), el orgullo por la libertad, varios autores y directores de cine, su inmensidad, las dos costas, la cercanía con México y Canadá, Martin Luther King, Gay Talese, la apasionante historia nacional en general, de la Casa Blanca y los Kennedy en particular, la asistencia a exiliados europeos como Einstein, Adorno o Fromm... No lo neguemos, calificar a los EEUU de demonio sin dobleces es cerril, como venerarlo por encima del bien y del mal, como creen los estadounidenses.
De ello hablaremos llegado el momento, por ahora un servidor prefiere felicitarles por su cumpleaños. Para todos aquellos que hemos llegado a su cultura y sociedad mediatamente, esta es nuestra canción:


1 comentario:

  1. Buen artículo pero no es la primera vez que un imperio es derrotado. Fue la primera vez que una colonia derrota al poder metropolitano.

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