jueves, 1 de enero de 2015

El V/H/S nos muestra el camino

Por Ramón Ruestes Faire



Grata sorpresa la que me llevé con V/H/S. Nunca desaprovecho la oportunidad de ver películas independientes o minoritarias y más aún si tuvieron la oportunidad de pasar por el Festival de Cine Fantástico de Sitges, en este caso en el año 2012.

La película se encuentra dentro del subgénero del metraje encontrado. Un subgénero que se inició con la horrenda Holocausto Caníbal (1980), la cual recomiendo que no vean por desagradable y macabra, y se consolidó con la magnífica El proyecto de la Bruja de Blair (1999). Del cine más actual, tenemos la maravillosa REC (2007) o la infravalorada El diario de los muertos (2007). Dicho subgénero consiste en basar la película en grabaciones en primera persona, hecho que la hace más realista, más próxima. Dicho estilo da una importancia crucial al manejo de la imagen para no estropear la obra.

V/H/S empieza curiosamente así, con un manejo horrible de la cámara. La primera parte del film, antes de iniciar su aventura con las diferentes historias independientes, se hace casi infumable, hecho que hace prever una película casi imposible de ver y más aún de comprender. La impresión creada es claramente equivocada y, pasados estos 20 minutos, la obra se estabiliza.

Además del metraje encontrado, cabe destacar la estructura de la película. Esta se basa en una historia central que se utiliza de nexo de unión entre diferentes historias independientes de diversos directores. Esto hace que en una misma película nos encontremos con 6 historias diferentes.

Las 6 historias que componen el film son Cinta 56, Noche amateur, Segunda luna de miel, Jueves 17, La enfermiza cosa que le sucedió a Emily cuando era joven y 31/10/98. Lo fabuloso de la obra es que cada historia muestra un subgénero de terror por sí sola, haciendo de la obra completa una buena antología de terror.

La primera de las historias, la Cinta 56, es la usada como nexo durante toda la obra. Una vez superada la torpeza visual inicial, la historia no tiene más utilidad que la de presentar el resto de historias. Destaca por un acertado ambiente y por cumplir con su objetivo, sin ir más allá. Cada una de las historias que la preceden son fantásticas. Sin duda, el uso de la cámara es un instrumento más, pero no el más importante. La calidad de cada historia es la que marca la diferencia.

Sin despellejar la película, apuntar que cada historia tiene su encanto, sus virtudes y casi ningún defecto. Todas ellas desprenden de forma sublime el subgénero de terror que están representando, con un nivel de calidad realmente bueno en todas ellas. Puede gustar más una o la otra dependiendo de las preferencias del espectador. En mi caso, destacaría las dos últimas.

La enfermiza cosa que le sucedió a Emily cuando era joven, dirigida por Joe Swanberg, es una pequeña joya, primero por la sensación de terror que desprende la obra y segundo por la calidad de la trama, aun siendo una historia corta.

La última, 31/10/98, dirigida por Radio Silence, demuestra que un subgénero tan visto como el que representa, en las manos acertadas aún puede dar mucho de sí. Increíbles efectos visuales, muy difíciles de encontrar en el terror actual y no por falta de medios, más bien por falta de ideas.

En resumen, V/H/S arriesga en su estructura y acierta, creando una gran obra de terror, con una apuesta diferente, aunque no innovadora. Además nos muestra cine de terror de calidad en todos sus subgéneros, hecho difícil de ver en el terror actual, inmerso más en lo comercial que en la calidad del mismo.
 

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