viernes, 13 de febrero de 2015

Del Trono de Hierro a los cielos

Por Ramón Ruestes Faire



Sin duda, en esta web una de las series o temas más trabajados es Juego de Tronos. Contamos con Natalia Mitov y sus maravillosas Teorías sobre Juego de Tronos (I): Lobos y peces, Teorías sobre Juego de Tronos (II): Sol y león y Teorías sobre Juego de Tronos (III): Dragones y profecías para los más entrados en la saga, tanto de libros como de televisión y sus relaciones entre sí, además de su magnífico y crítico repaso a las cuatro temporadas en Nuestras series del 2014: Juego de Tronos. Por su parte, Raúl S. Saura nos deleitaba hace ya un tiempo con un escrupuloso análisis de la cuarta temporada con Cuervos, venganzas y cosas rotas. La cuarta temporada de Juego de Tronos (I) y Cuervos, venganzas y cosas rotas. La cuarta temporada de Juego de Tronos (II). Sin aspirar a igualar la calidad de uno y de otro, me gustaría dar mi punto de vista sobre una de las grandes temporadas de la historia de la televisión.

De Juego de Tronos y más concretamente de esta cuarta temporada me gustaría destacar tres cosas, que para mí marcan mucho la serie. Un primer punto es la complejidad de las tramas. En su primera temporada, muchos eran los críticos con ella sobre lo difícil que era seguir las diferentes tramas y más aún con la aparición de nuevos personajes. La complejidad de las tramas y su larga duración es un punto característico de la serie, dado que esta cuenta con un gran abanico de tramas, las cuales duran más de una temporada, dejando patente que la cronología de las tramas no coincide con la cronología de las temporadas.

En sus tres temporadas anteriores, las tramas de la serie evolucionaban de forma lenta, sucediéndose un único episodio simplemente maravilloso, que no coincide necesariamente con el último de la temporada. El resto de episodios son de relleno, un relleno de una gran calidad, pero de relleno al fin y al cabo. La introducción de nuevos personajes en ese aspecto es el instrumento que refresca las tramas o crea las nuevas, preparando el terreno para el episodio cúspide a la que nos tiene acostumbrados cada temporada.

En la cuarta temporada se rompe esa premisa, sucediéndose un seguido de obras de arte en casi toda la temporada. Empezando por el segundo episodio de la temporada, y siguiendo con el sexto, séptimo, octavo, noveno y décimo. Así esta temporada nos deja majestuosos episodios como El león y la rosa, Leyes de dioses y hombres, Sinsonte, La montaña y la víbora, Los vigilantes del Muro y Los niños. Seis episodios de un total de diez que son una auténtica delicia para los fans de la televisión y más concretamente de Juego de Tronos. Dejando de lado el acierto o no en el devenir de las tramas, el aumento de la calidad y de la velocidad de estas es una de las características de la temporada.

Otro punto reseñable de esta temporada tiene nombre y apellidos, Peter Dinklage. Su interpretación de Tyrion Lannister en esta temporada, y más concretamente a partir de media temporada es una auténtica maravilla. Escenas como la del juicio en Sinsonte o el monólogo de las cucarachas en La montaña y la víbora elevan al actor al Olimpo de la interpretación, llegando al clímax en Los niños, el último episodio de la temporada. El cambio de tendencia en la intensidad de las tramas y las diferentes obras de arte que nos brinda Peter Dinklage explican el éxito de esta temporada.

Por último, destacar la incertidumbre sobre el devenir de las situaciones durante toda la serie. Siempre he pensado, que la incertidumbre sobre el devenir de los personajes o las tramas marcan en gran medida la calidad de una serie. Vimos cómo The Walking Dead (2010 – actualidad) aprovechó eso en sus inicios aunque, a partir de entonces, la serie empezó a dejar pistas suficientes para intuir los desenlaces. Con Juego de Tronos, dichos desenlaces son una maravillosa incógnita y no solo en esta temporada, sino que es un punto fijo a lo largo de la serie. El porvenir de sus personajes puede truncarse sin previo aviso y el desenlace de las tramas supone un auténtico enigma hasta que este se sucede. Siempre hablo de las sensaciones que transmite una película o una serie y Juego de Tronos es una de las pocas series que he visto que me puede dejar sin palabras o incluso sin sueño.

Complementan todo lo expuesto una magnifica banda sonora, la cual pone los pelos de punta solo de escucharla y un magnífico reparto, encabezado por Peter Dinklage, pero seguido por Lena Headey, Charles Dance o Kit Harington, entre muchos otros.


Cabe decir, que cada temporada de Juego de Tronos mejora su predecesora y, viendo la calidad de la cuarta, se me hace muy difícil imaginar adónde puede llegar la quinta, aunque cada día queda menos para saberlo. El 12 de abril se estrena en Estados Unidos y el 13 de abril en España de la mano de Canal + Series.

Sígueme en @RRuestes y toda la información sobre cultura en @RespirasC.

No hay comentarios:

Publicar un comentario