Imagen Sergio Parra
Alberto Vázquez, ARTISTA, así, en mayusculas. Dueño de su carrera, de su vida, de sus luces y de sus sombras. Amigo de sus amigos y probablemente de sus enemigos. Cara amable, verso fácil y paso firme. Él es Alberto Vázquez, mucho más que una cara conocida de la televisión.
Cuéntame cómo te ha ido… y cómo te va, ¿qué proyectos tienes
entre manos actualmente?
¿¿Cómo me ha ido?? Como de locos. Tele, cine, teatro… Ahora mismo,
recorriendo España con Natalia Millán y Marta Valverde con el Musicalbaret, ¿Hacemos un trío? Una gozada con la que llevamos ya casi 2 años.
¿Sabes que te conocí en Mamma Mia, en aquellos tiempos creo
que era el Teatro Lope de Vega, en Gran Vía?
Exactamente, tres años inolvidables en el Lope de Vega de
Madrid.
Eres un rostro muy conocido dentro de la televisión, pero
también de los musicales, del teatro, incluso de la canción. ¿Dónde te sientes
más a gusto?
Me encanta la tele, lástima que los directores de casting
nos lo pongan tan difícili (ríe). Pero las tablas tienen una adrenalina muy especial... seguro
que a ti te pasa lo mismo, artista.
Ya en confianza, y de tocayo a tocayo y de artista a artista. Amar en tiempos revueltos, Yo soy Bea, Hospital Central,
Cuéntame cómo pasó, ¿Con qué nos quedamos Alberto?
Cuéntame cómo pasó y Amar en tiempos revueltos… sin ninguna duda.
Actuar en musicales para una persona como tú tiene que ser
una gozada. Cantas, bailas, actúas… Como dijimos, estuviste una etapa de tu vida con Mamma Mia, pero también en musicales como Fiebre del sábado noche o Creo en Elvis. Que te paguen por hacer
eso, ¿Es la mayor satisfacción que puede
haber como artista?
Que te paguen por trabajar en tu pasión es lo mejor que te
puede pasar profesionalmente… y si eso perdura en el tiempo es una bendición. El
género musical lo integra todo…Texto, música, coreos, trabajar con equipos muy
grandes, con muchos medios y también con mucho esfuerzo y lucimiento personal… es
una experiencia impagable a la par que dura.
Imagen Javier Mantrana
Has trabajado con cientos de artistas, de actores, de
músicos… seguro que no te puedes quedar con uno, pero, ¿De quién puedes decir
que has aprendido más?
Con Nina y con Ana Duato… ¡que no se me ofenda nadie por Dios!
Conociendo un poco a tu familia, ¿no te quedaba otra que
ser artista?
Qué va. Nunca me animaron… fue una apuesta mia muy personal y
muy dura. Sabían que repetir el éxito de mi hermana era casi imposible, pero me
he hecho un huequito y, sobre todo, soy muy feliz.
La gira de teatros con Hacemos un trío, con Natalia
Millán y Marta Valverde, ha tenido una gran repercusión mediática, ¿se ha
portado el público?
Genial, eso es lo mejor… Ríen, lloran, se emocionan, aplauden en pie, vuelven
varias veces… y la primera vez ni siquiera saben con exactitud qué tipo de
espectáculo van a ver… Adoro y admiro a mis “compamigas”, así que imagina lo que
disfruto paseando por los grandes teatros de España.
El ivazo parece que está matando todo lo que huele a
cultura, si yo fuese Montoro, ¿qué me dirías? Sin medias tintas, que tengo espalda.
La cultura no es un negocio, es la vida y el alma de un
país. Saque dinero usted de donde sabe, que nosotros bastante hacemos con crear
en medio de tanto desastre.
Qué te queda por hacer, ¿cuál es esa espinita que te queda
por hacer? Un sueño por cumplir o una experiencia por vivir.
Ese papel por el que no me olviden…
Un placer Alberto, podéis seguirlo en @Soy_AlVazquez, a un servidor en @al_vila, y todas nuestras novedades en @RAD_Spain.
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