jueves, 9 de abril de 2015

El materialismo. Nunca cambia que todo cambie

Por Víctor Bermúdez Torres


¡Todo está cambiando en el Universo! ¡Todo se mueve! Nadie se baña dos veces en el mismo río: de baño a baño el río ha cambiado. Pero no sólo el río: también el bañista. Y si todo está cambiando, nada ni nadie es lo mismo durante dos instantes seguidos. Decir “yo he cambiado” resulta absurdo, pues si todo esta cambiando no hay ningún “yo” invariable que sea el sujeto de ningún cambio. ¿Cómo podríamos decir "yo soy yo"? ¿De qué "yo" hablamos, del de antes o del después?...

Imaginaos que todo estuviera cambiando a la vez y a la misma velocidad (si todo fuera cambio, nada podría distinguir entre cambios más o menos veloces) ¿Notaríamos algún cambio? Si fuéramos en un tren a velocidad constante y todo el exterior se moviera a la misma velocidad: ¿habría cambio o movimiento alguno?... Parece imposible, ¿no? 

Además, si en el Universo todo cambia, ¿también lo hacen las leyes que explican el cambio? ¿Y el propio cambio también cambia? ¿Cómo podría ser?...

Zenón de Elea, un viejo filósofo griego, decía que por mucho que una cosa parezca moverse, a cada instante está en algún sitio, y sólo en uno, por lo que siempre (en todo instante) “está”, y lo que siempre “está”: ¿cuándo se mueve?... 

El materialista puede decir que él “ve” que las cosas cambian y se mueven. ¿Pero es esto verdad? ¿Se puede ver el movimiento y el cambio? Parodiando a Zenón, podríamos decir que a cada pequeñísimo instante en que vemos algo lo vemos estando en algún sitio, sin moverse, como si le hiciéramos una fotografía, pero ¿vemos el cambio en sí?... 


En fin: parece que el cambio carece de lógica y ni siquiera puede verse. ¿Qué opinas tú con respecto a estos argumentos? ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo, y por qué?

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