jueves, 9 de abril de 2015

Mi personaje favorito de Juego de Tronos: Stannis Baratheon

Por Andrea Leda Gómez Martínez

La noche es oscura y alberga spoilers, así que si no llevas la serie al día mejor que no sigas leyendo. 

No queda nada. Apenas unos días para que empiece la quinta temporada de Juego de tronos y estoy segura de que estáis tan emocionados por que llegue como nosotros (HBO, no la fastidies. No mucho, por favor). Y como la ocasión lo merece, hemos dedicado la semana a escribir sobre el mundo de Poniente para hacer la espera más llevadera (y para aumentar el hype, para qué negarlo). Mis maravillosas compañeras ya han escrito sobre Arya y Cersei. ¡Y por fin ha llegado mi turno! Allá vamos. Mía es la furia. 

"Este es Stannis Baratheon. El hombre que luchará hasta el final y algo más" - Tywin Lannister


Que te guste un personaje que mucha gente encuentra profundamente antipático provoca sentimientos encontrados. Por una parte, te enfadas terriblemente porque no entiendes el odio que despierta. Por otra, tu adoración se hace más fuerte, más inquebrantable frente a la adversidad. Y, seamos sinceros, es increíblemente divertido defender contra los haters a alguien tan irascible, duro y seco como el hermano mediano de la Casa Baratheon

Stannis Baratheon es el rey legítimo de los Siete Reinos. Sí, lo es. Dejemos esto claro para empezar porque es extremadamente importante y ya sabemos los líos que trae este tema. Es el segundo hijo de Lord Steffon Baratheon y Lady Cassana Estermont. Stannis se caracteriza por ser un estratega y un general brillante, quizá el mejor de todo Poniente. Durante la Rebelión de Robert defendió del asedio con fiereza y determinación férrea la fortaleza de Bastión de Tormentas, asentamiento de la Casa Baratheon. Apoyó activamente la causa de su hermano y consiguió hacerse con Rocadragón, el hogar de los Targaryen. Tras la conquista del Trono de Hierro, Robert, en un alarde de la sabiduría que tanto le caracterizaba, nombró a su hermano menor Renly señor de Bastión de Tormentas en vez de a Stannis, algo que le ofendió profundamente (y con razón. Pobre hombre, que tuvo que comer ratas y cuero durante el asedio). 

Uno de los grandes aciertos de Canción de Hielo y Fuego es introducir a lo largo de los libros nuevas tramas y personajes que se unen al juego y lo vuelven apasionante. Stannis Baratheon hace su aparición en el prólogo del segundo libro, Choque de Reyes (se le menciona alguna vez durante Juego de Tronos, pero muy brevemente). Después de que Jon Arryn descubriera la terrible verdad sobre los hijos de Cersei aplicando la lógica y algún conocimiento de genética medieval, Stannis, que fue uno de los primeros en sospechar el origen incestuoso de los herederos de su hermano, vuelve a Rocadragón (fortaleza de la que Robert le hizo señor tras convertirse en rey). Y en Rocadragón le encontramos por primera vez: uniendo fuerzas, mandando cartas a diestro y siniestro proclamando que es él el verdadero rey de Poniente, refunfuñando y rechinando los dientes. Y no aparece solo. Le acompañan un ex-contrabandista medio manco e iletrado y una sacerdotisa-bruja sacada de los tiempos de la Santa Inquisición. Y los tres forman el Team Dragonstone (adorable grupo ¿verdad?).


"Yo no pedí esta corona. El oro es frío y me pesa en la cabeza, pero mientras sea el rey tengo un deber. Si he de sacrificar a un niño en las llamas para salvar a un millón de la oscuridad... El sacrificio... nunca es fácil, Davos. De lo contrario no sería un verdadero sacrificio."

Stannis no quiere sentarse en el Trono de Hierro, pero debe ser rey. Y para él, no llegar a alcanzar la corona es algo inconcebible pues sabe que le pertenece por derecho. Si el pueblo no le quiere, si prefieren el carisma y la belleza de su hermano Renly, si no cuenta con un gran ejército que le apoye... todo eso no son más que detalles sin importancia. Él es el rey legítimo y cada día que no gobierna los Siete Reinos es un insulto a su honor. Porque para Stannis, la justicia y el deber están por encima de todo. Y esta concepción tan radical de ver el mundo le llevará a grandes contradicciones: es de justicia que se siente en el trono y querrá conseguirlo utilizando todos los medios que estén a su alcance, sean justos o no. 

Este sentido del honor y del deber me ha recordado siempre a nuestro querido Ned Stark (los Dioses Antiguos lo tengan en su gloria). Sin embargo, Stannis es la versión extrema  del pobre Ned. No me imagino al patriarca Stark aceptando concebir hijos-sombra para derrotar a sus enemigos. Puede que Stannis sea poco carismático, parco en palabras y que sus métodos sean, digamos, discutibles pero no cabe duda de que sabe jugar al juego de tronos y prueba de ello es que se ha mantenido con vida todo este tiempo (algo de lo que muy muy pocos pueden presumir). Stannis es duro, es tenaz, es inflexible y eso le convierte en un personaje muy peligroso a tener en cuenta.

George R. R. Martin juega con Staniss y hace que de él tiren dos fuerzas antagónicas. Ser Davos Seaworth, el Caballero de la Cebolla, le recuerda la importancia del juego limpio, de la mesura, del honor. Melisandre, en cambio, es pura llama. Es la voz que guía a Stannis, quien le incita a tomar lo que es suyo  sin importar cuán ruin, cruel y despiadado haya que ser para conseguirlo. Al fin y al cabo, el fin justifica los medios (¿o quizá no y Stannis acabe pagando por lo que ha hecho?).

Desde el principio he sentido aprecio por el hermano mediano de los Baratheon. Está profundamente amargado, nunca sonríe, no siente el menor deseo de agradar a los demás, es intransigente hasta la crueldad... y aún así posee un carisma especial. Todo aquello que nos puede parecer antipático de su carácter también le diferencia de aquellos que con engaños e hipocresía rigen la política de los Siete Reinos. No me malinterpretéis, soy la primera que adora las mentiras, las intrigas, los rumores y los tejemanejes. No obstante a veces es un alivio que alguien diga lo que piensa sin dobles sentidos, que ponga sus principios ante todo. 

Recuerdo el momento exacto en el que decidí que Stannis era uno de mis personajes favoritos. Tras mucho tiempo sin leer nada sobre él, su ejército hace acto de presencia en el Muro coreando su nombre y salvando a la Guardia de la Noche del desastre en el último momento. Leí el pasaje con la piel de gallina y la boca abierta, poco me faltó para subirme a la silla con el libro en ristre y empezar a gritar: "¡Stannis, Stannis!". Gracias a las visiones de la sacerdotisa roja, Stannis se encuentra ahora mismo donde tiene que estar. Y ha llegado el momento de arriesgarlo todo. Con mucho dolor diré que dudo que el hombre del estandarte del venado y el corazón llameante llegue a sentarse en el codiciado Trono de Hierro, pero ha llegado al Norte y estoy segura de que desempeñará un papel importante contra las fuerzas del Mal ya sean humanas (como los odiosos Bolton) o terroríficamente sobrenaturales.

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1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, es un personaje totalmente infravalorado, serio, en cierto sentido y salvando las distancias, me recuerda a mí. Olvidado por su hermano Robert, y traicionado por Renly, al pretender ser Rey antes que el gran Stannis.
    A mi me ocurre igual que a ti, siento un cariño y admiración por Stannis Baratheon, que otras personas no logran comprender, es un hombre que quiere poner orden en un reino de traidores y maliciosos, es un brillante comandante en batalla y con un sentido del honor y justicia inquebrantable. De acuerdo, ha hecho cosas terribles, pero para el fin que pretende, y tratando con las personas del reino, hasta lo veo completamente justificado.
    Viva el Rey Stannis Baratheon!!!

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