domingo, 18 de mayo de 2014

Juego de Tronos: ¿Ha estado la cuarta temporada a la altura de las expectativas?

Natalia Mitov. Lydia Mitov
*Esta entrada puede contener spoilers.

Margeary Tyrell y el Rey Joffrey en la Boda Púrpura

El pasado abril se estrenó la cuarta temporada de la serie y la verdad es que la cosa no pudo empezar mejor.

Capítulo 1. Dos espadas.
Ya en el primer capítulo pudimos disfrutar con una escena que hizo vibrar a todos los fans, que hizo aplaudir a los pro-Lannister y que rompió más de un corazoncito pro-Stark y es que vimos cómo los herreros de Tywin Lannister fundían a Hielo (la espada de acero valyrio de la Casa Stark) al son de Las Lluvias de Castamere. ¿Puede haber mejor forma de empezar la temporada? Rotundamente no, pero por si acaso eso nos supo a poco, también pudimos ver llegar a la sensación de esta temporada, aquel por el que dentro de poco más de uno lloraremos: La Víbora Roja, Oberyn Martell. Además, también fuimos testigos de la llegada de Daenerys a Meereen y de cómo sus dragones demostraban no estar tan bien educados como ella suponía (¿qué te esperabas, rubia?) y nos sorprendimos al ver que, tal y como ya se había dicho, los escenarios de Meereen resultaron ser impresionantes, igual que los dragones, de los cuales esperábamos algo bastante más cutre. En conclusión, que la temporada empezó poniendo toda la carne en el asador.

Capítulo 2. El león y la rosa.
Toda la espectacularidad y la emoción del primer capítulo se mantuvieron a lo largo del tan ansiado segundo capítulo en el que nos fuimos de boda. La Boda Púrpura resultó ser espectacular a nivel de las actuaciones, pero resultó ser un tanto decepcionante en cuanto al guion y a la escenificación. Nos lo vendieron como el evento del año, que si habían montado no-sé-qué, que si había no-sé-cuánto, nos la vendieron tan bien que al final se nos quedó en poco, pues más bien parecía un picnic. Quizás si hubieran sacado un plano de toda la estructura del banquete y demás, nos habrían impresionado, pero no fue así. En cuanto a los guiones, los despropósitos sin sentido se sucedieron unos tras otros. No hablamos solo de aquellos detalles tales como que Jaime Lannister en los libros ni siquiera está en la ciudad (igual que Brienne) o que Loras y Cersei están prometidos o que Sansa Stark es muy bondadosa con su señor esposo, sino de cosas como el arranque de celos de los mellizos Lannister (uno hacia Loras y la otra hacia Brienne) que prácticamente les lleva, ya no a insinuar, si no a admitir que entre ellos hay algo, cosa que se supone que nadie debería saber, o como la absurda y ridícula forma que la HBO tiene de meternos a Oberyn hasta en la sopa, que es mediante el sexo. Al parecer aún no saben que ya nos ha quedado claro que Oberyn es bisexual.
No obstante debemos destacar la maravillosa actuación de Jack y, desde nuestra modesta opinión, los gritos de Lena pidiendo que apresaran a Tyrion. Ambos estuvieron sublimes y en nuestro corazón siempre habrá un lugar para el cruel rey niño Joffrey que, por muy odiable que pueda resultar, hay que admitir que nos ha ofrecido un gran espectáculo.

Capítulo 3. Rompedora de cadenas.
A partir de ahí, el nivel decayó. El tercer capítulo fue un cúmulo de relleno e invención. Tuvimos que soportar relleno de Arya y el Perro y de Sam y Elí, dos claras pruebas de que la HBO no sabía de dónde meter y tiró de un personaje tan querido como es Arya Stark. ¿Qué no tuvimos bastante relleno? No os preocupéis que como al parecer aún no habían metido sexo, decidieron ponernos a Jaime violando a Cersei en el septón. Ole ahí.
Esta escena es una de las peores cosas que la HBO ha podido hacer, no por el hecho o por cómo pueda afectar a la trama, sino porque se cargan a Jaime Lannister. Este personaje empezó siendo ese malvado que tiró a Brann Stark de la torre para convertirse en un hombre más o menos decente, un hombre que ha demostrado que realmente tiene sentimientos, un hombre que más de una vez ha proclamado su amor por su hermana. ¿QUÉ PUTO SENTIDO TIENE QUE LA VIOLE? Ninguno. Nos hemos cargado al caballero para luego devolverle a la vida en el juicio de Tyrion y hemos victimizado a una Cersei que, a pesar de ser una mujer que ha sufrido mucho en la vida, ha demostrado más de una vez que tiene garras (que le pregunten a Ned Stark) y todo ello porque la HBO no tiene clara la diferencia entre sexo consentido (que es lo que realmente ocurre en el libro) y violación.
En cuanto al resto del capítulo, damos gracias a los Dioses Nuevos y Antiguos porque existan Petyr, Tywin, Oberyn y Daenerys porque de no ser por ellos el capítulo hubiera sido terriblemente aburrido.

Oberyn Martell y Ellaria Arena

Capítulo 4. Guardajuramentos.
A continuación, el fabuloso capítulo cuatro donde ya se empieza a ver esa tensión entre Cersei y Jaime. Tensión que gracias a la HBO, la gente puede pensar que es por la violación y no. Lo que ocurre entre los dos hermanos es que Cersei no deja de reprocharle a Jaime el haberla dejado sola (suponemos que especialmente se refiere al no haber estado con ella cuando Stannis atacó Desembarco del Rey) y Jaime empieza a descubrir cómo es realmente su hermana.
El resto es relleno de la Guardia de la Noche sobre atacar el Torreón de Craster, que en los libros se encuentra destruido y es que ¿quién se va a creer que, con tantas hogueras y gritos, los Caminantes Blancos no estén al acecho? También tenemos nuestra ración de Brann, que ya no sabemos que gracia tiene que Theon matara a los hijos del molinero cuando Roose Bolton y Jon Nieve saben que está vivo, pero ahí está el chaval buscando al cuervo de tres ojos. Quitando lo de Jon (que sabiendo que su medio hermano tullido está por ahí perdido, no nos creemos que no vaya a buscarlo) y Roose, vamos bien hasta que le apresan los hermanos desertores que se han adueñado del Torreón de Craster. Y hasta ahí la parte de Brann. Luego hay una parte de Brienne que Jaime le da su espada y le encomienda que vaya a buscar a Sansa y ya.
Lo importante es el final, la escena que ha encantado a todo aquel que no se ha leído los libros y que ha indignado a aquellos que sí lo hemos hecho, la escena de los Otros. Al parecer la HBO ha tenido a bien spoilearnos cómo se crean los otros (muchas gracias, simpáticos) y esto nos ha hecho preguntarnos varias cosas: ¿Quién es ese Caminante tan pálido que tiene el poder de crear más Caminantes? ¿Hay más Caminantes con uso de razón además de Manosfrías? ¿Es el Primer Caminante Blanco? Y si es así, ¿Cómo se convirtió en Caminante y qué lo ha hecho despertar después de tantos miles de años?

Capítulo 5. Primero de su nombre.
En cuanto al quinto capítulo, volvemos a retomar un poco la emoción y todo se hace mucho más ameno. Ahora la tensión surge entre Cersei y Margeary, pues la reina dorada no quiere que la dulce rosita de Altojardín manipule a su Tommen como ya hizo con su pequeño Joff. Por su parte Daenerys, descubre que todas las ciudades que liberó y luego dejó han vuelto a ser esclavistas y decide que no va a dejar Meereen. ¿Llegará algún día Poniente o seguirá haciendo el tonto por todo Essos? Solo R’hllor lo sabe. Y hablando de saber, nos hemos quedado con ganas de saber qué es lo que tiene bajo las faldas el titán de Braavos. Lástima, aunque la aparición de Stannis y de Mark Gatiss nos ha consolado bastante. No se puede decir lo mismo del horrible relleno de Podrick y Brienne, en el que Brienne se mete con el joven escudero que nada le ha hecho. Tan poco creíble es que Brienne trate mal a alguien sin motivo como que Arya incluya en su Lista de Muerte a Melisandre, a Beric Dondarrion y a Thoros de Myr.
Y ahora el plato principal del capítulo: la llegada de Petyr y Sansa al Nido de Águilas. Como ya sabrá todo el mundo, en cuanto Joffrey empezó a tener problemas para respirar, Sir Dontos se apresuró a llevar a Sansa junto a Petyr, quien mató a Dontos y le reveló a Sansa que él había conspirado junto con cierta anciana para matar al niño rey y de ahí parten hacia el Valle de Arryn. Una vez allí Petyr hace pasar a Sansa como su sobrina (nos gustaba más la idea de que fuera su hija bastarda como en el libro), pero obviamente Lysa sabe la verdad, le dedica unas cuantas cortesías a su sobrina y se casa con Petyr ahí mismo. Lo mejor, la noche de bodas. Grande, Lysa Arryn.
No obstante, más adelante ocurre algo que nos hace darnos aún más cuenta de lo perturbada que está Lysa y de lo obsesionada que está con Petyr y es que Lysa le monta a Sansa una escena de celos para luego quedarse en nada. Por nuestra parte, avisamos que esa escena es el preludio del próximo capítulo, que casualmente se titula Sinsonte. Ojo con Petyr.

Capítulo 6. Las Leyes de Dioses y Hombres.
Finalmente el maravilloso capítulo seis, ese capítulo que es la antesala del caos. El principio prosigue con la trama de Theon Grey…oups, queríamos decir Hediondo, que se encuentra en Fuerte Terror y cuya hermana, Asha Greyjoy, va a salvarle. No obstante cuando llega, Hediondo se niega a irse con ella y Asha no ve más remedio que huir sin él. Esta invención de la HBO nos parece excesiva porque en el libro Theon escapa de Ramsay por su propio pie y al exagerar tanto su trauma, se resta credibilidad a su futura fuga. Así como el hecho de que Asha, decida darlo por muerto que hace que nos preguntemos qué va a pasar con Asha ahora. Obviamente volverá a Pyke, tendrá lugar la Asamblea y demás, pero ¿y luego qué? Tenemos ganas de ver cómo salvará esto la HBO.
Luego proseguimos con una escena alucinante de Drogón comiéndose una cabra y con otra más aburrida de Daenerys, quien al principio de esta temporada se llenaba la boca con frases como “Responderé a la injusticia con justicia” y que ahora claudica ante Hizdahr zo Loraq.
Finalmente pasamos al juicio de Tyrion en el que destacamos la grandiosa actuación de Peter Dinklage. Nos fue imposible no emocionarnos al ver su frustración y su rabia mientras Varys le condenaba, Pycelle lo acusaba de ladrón, Cersei de amenazarla y Shae le traicionaba. Esto último nos indigna especialmente, no por el hecho, sino por lo mucho que la HBO se ha empeñado en justificar la actuación de Shae poniéndola de mujer despechada, de una simple puta de la que Tyrion pasaba, a pesar de que ella estaba locamente enamorada…Desde aquí les recordamos a la HBO que la historia de Tyrion y Shae no es Pretty Woman y nos quedamos con la frase de Tyrion “Desearía ser el monstruo que creen que soy” y su petición de un juicio por combate que dará mucho que hablar.

Tyrion Lannister durante su juicio

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